Este es mi carta de compromiso para estos 14 meses hasta terminar el 2025

25 años. Esa es la edad que tengo ahora mismo. Estoy a punto de cumplir 26 y, sinceramente, hasta hace muy poco, solo una idea rondaba mi cabeza: quiero empezar, pero ¿por dónde? ¿Por dónde comienzo con tantas cosas qué anhelo hacer? ¿Qué paso debo dar primero?

Fue en ese momento de indecisión que una verdad innegable se hizo evidente: no podía seguir esperando. No podía esperar a sentirme completamente lista, a saberlo todo, a que las circunstancias fueran perfectas. No, la espera había terminado. Y así, ayer mismo, tomé una decisión trascendental: simplemente lo voy a hacer.


Escribo este post no tanto para anunciarlo al mundo entero, sino como un compromiso personal, una declaración a mí misma. Aunque sé que quizás mi blog aún no ha despegado y es posible que pocas personas lean esto, si tú eres una de esas almas que ha llegado hasta aquí, especialmente si este post es reciente, quiero compartirte algo fundamental: esto es un pacto conmigo misma. Y te invito, de corazón, a hacer el mismo compromiso contigo. A decirte: "Voy a hacerlo".


Ya no importa si sale bien o mal, si me gusta o no, si es perfecto o imperfecto. Lo crucial es hacerlo. Porque si continúo en el ciclo de la espera y la perfección, nunca, jamás, lo llevaré a cabo.


Comenzar. A menudo se piensa que es lo más difícil. Pero, ¿sabes qué? No lo es. He comenzado muchísimas veces. El verdadero obstáculo no es el inicio, sino lo que viene después. Siempre hay algo que me detiene, una voz interna que dice: "Hay algo que mejorar", "Esto podría ser mejor", "Se ve mal", "No me gusta". Y con esa mentalidad, nunca lograré lo que me propongo, porque nunca termino lo que empiezo.


Foto de Polina Tankilevitch

Por eso, he creado este post: para comprometerme a terminar, a cumplir un objetivo, o mejor dicho, muchísimos objetivos. Para ello, me he apoyado en Notion, una herramienta fantástica que me ayudará a organizar todo este proceso. Y te invito a ti también a seguir esta metodología, la misma que yo implementaré, para que juntos podamos alcanzar todo aquello que deseamos en este próximo 2026.


El reto es simple, y la metodología también lo es:

  1. Utiliza una herramienta: Puedes elegir Trello, Notion (mi recomendación personal por su facilidad de uso y disponibilidad en móvil, computadora y tablet) o cualquier otra que te funcione. Lo importante es que sea un espacio donde puedas centralizar tu planificación.
  2. Crea una base de datos de objetivos: En esta base de datos, vacía tu mente de todo aquello que quieras lograr. No te limites. Anota 15, 20, 30, 40 objetivos. No importa si parecen imposibles, si no son alcanzables o si no están en formato SMART. El único requisito es sacarlos de tu cabeza y plasmarlos en un lugar.
  3. Desarrolla un mapa de acción: Con tus objetivos ya definidos, es hora de trazar el camino. Y aquí viene una parte crucial: no esperes a enero de 2026. ¡Comienza ya! En mi caso, empiezo este mismo mes de noviembre con este post. Empieza a redactar tus objetivos y, lo más importante, ubícalos en el tiempo. Ponles fechas concretas. Comprométete a lograr X cosa de tal fecha a tal fecha.
  4. Haz tu lista de tareas: Cada objetivo debe tener su propia lista de tareas, esas acciones indispensables que debes llevar a cabo. Sé realista y determina si es posible realizarlas dentro de las 24 horas que tiene el día. Para mí, esto es un doble desafío, ya que trabajo a tiempo completo, lo que significa que no solo debo rendir bien en mi empleo, sino también cumplir con mis metas personales. Así que, organiza tus objetivos en el tiempo, asegurándote de tenerlos definidos no solo para el año completo, sino también por periodos específicos.
  5. Crea una checklist de actividades: Desarrolla una checklist de todas las actividades que necesitas hacer diariamente, semanalmente, mensualmente, trimestralmente y semestralmente para cumplir con tus objetivos. Y si en algún momento no sabes cómo lograr algo, ¡no dudes en preguntar! ChatGPT u otras herramientas pueden darte ideas y orientación.
  6. Practica la constancia: Este es, quizás, el pilar más importante. La constancia no es sinónimo de motivación; es disciplina. La motivación es efímera, se agota. La disciplina, en cambio, es la capacidad de hacer lo que tienes que hacer, tengas o no tengas ganas. El objetivo final es formar hábitos que te impulsen hacia tus metas.
  7. Busca la consistencia: Una vez que domines la constancia, el siguiente paso es la consistencia. Esto significa que tanto en tu mejor día como en tu peor día, aspires a obtener el mismo resultado. Es decir, que tu rendimiento sea uniforme, independientemente de tu estado de ánimo o nivel de motivación.
  8. Hazlo sostenible: Para que todo este sistema perdure, debe ser sostenible. Esto implica que no dependa completamente de ti, o al menos no en cada detalle. Todo lo que sea posible automatizar, ¡automatízalo! ¿Por qué? Porque queremos construir un negocio sostenible, hábitos sostenibles. Un sistema que sea capaz de funcionar incluso si yo me ausento una semana de vacaciones o un mes por enfermedad.

Este post es simplemente una semilla. Dentro de un año, me propongo escribir un nuevo post donde te cuente cómo funcionó todo el reto, cuáles fueron los aprendizajes y los resultados. Es mi promesa personal y mi invitación para ti. 


¡Comencemos este viaje juntos hacia nuestros sueños! Escribe “me comprometo” en los comentarios para saber que también has comenzado.

Comentarios

Artículo Anterior Artículo Siguiente